El código de vestimenta en el lugar de trabajo es uno de tantos factores prioritarios que debe tener en cuenta todo departamento de recursos humanos. Proveer de uniformidad a los equipos de empleados es pieza clave para mantener la imagen corporativa de una organización. Sin embargo, implementar un uniforme empresarial, no siempre es tarea sencilla, y puede resultar en errores difíciles de erradicar.
La ropa de trabajo no solo tiene funcionalidad dentro de la empresa como mero código de vestimenta, sino que además tiene un objetivo frente al cliente. A través del uniforme empresarial se establece la presencia de marca, y en cierta forma se promociona esa imagen de manera indirecta. Para el consumidor promedio, es fácil identificar una marca por sus uniformes, logos y colores distintivos.
Una implementación participativa
La importancia del uniforme empresarial en el lugar de trabajo es clara, pero su implementación puede ser compleja y llevar a múltiples errores. Para evitar problemas, lo ideal es determinar primero para qué se busca establecer una vestimenta de trabajo y qué función tendrá. Enseguida, el área de recursos humanos deberá involucrar a los empleados en el desarrollo de tal uniforme, para asegurar una buena comunicación.
Algunos errores comunes al buscar implementar un uniforme empresarial son los siguientes:
Tallas y diseños limitados
Este es uno de los errores más frecuentes. Al tratar de ahorrar en inversión y acortar tiempos, algunas empresas proveen uniformes con tallas únicas y estilos limitados. Esto no solo afecta la comodidad de los empleados, sino que afecta directamente la imagen de la empresa. La ropa de trabajo debe adaptarse a los trabajadores para garantizar una buena imagen profesional.
Diseño poco funcional
Utilizar telas poco resistentes al uso, difíciles de lavar e incómodas es otro error frecuente en el diseño del uniforme empresarial. Al momento de desarrollar la ropa de trabajo, es necesario considerar su funcionalidad con respecto a las tareas a realizar e incluso la temperatura ambiente. El diseño debe también respetar la imagen de la empresa, teniendo en cuenta colores, logos y otros accesorios.
Falta de renovación
Al invertir en el diseño e implementación de un uniforme, algunas empresas cometen el error de no renovar durante largos periodos de tiempo. El cambio de la ropa de trabajo no solo responde a posibles cambios en imagen, sino por la vida útil de los materiales. Dependiendo de las tareas de trabajo, recursos humanos deberá determinar la necesidad de renovación en tiempo para garantizar comodidad y funcionalidad para los empleados.
Implementar un uniforme empresarial puede ser más complicado de lo que parece. Tomar en cuenta detalles básicos como disponibilidad de tallas y adaptabilidad, así como considerar la participación de los empleados puede ser crucial. De igual forma, consultar con proveedores expertos que puedan asesorar sobre los diseños más funcionales puede ser clave en el proceso de diseño e implementación.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!